Cada vez me vuelvo más fan de la combinación del chocolate con maracuyá o como se le dice en Venezuela, la parchita. No es de extrañarse que estos dos ingredientes combinen muy bien, pero a diferencia de las fresas, que combinan perfecto con el chocolate, la cantidad de maracuyá y el % de cacao en un chocolate o si es chocolate blanco, es siempre una experiencia nueva y que se disfruta de diferentes maneras. Una amiga me había escrito para que le hiciera el pastel de cumpleaños de su papá, me alegra que aceptara mi recomendación de probar algo diferente que los pasteles tradicionales.
Como pastelero, me encanta que las personas salgan de su zona de confort y se atrevan a probar cosas diferentes a lo habitual. Cuando una persona me escribe que quiere un pastel o algún postre, me gusta ofrecer diferentes opciones, sobre todo aquellas que combinan sabores que saldrán de lo tradicional y que al final le permite a la persona expandir el paladar hacia nuevas experiencias. Comer un mousse de chocopasión, es precisamente eso, disfrutar de un postre que brinda una experiencia totalmente nueva, eso siempre y cuando no hayas experimentado un postre igual o parecido.
¿Nivel 2? sí, y es por tema de la intensidad del chocolate. Hay una versión 3, donde el chocolate se encuentra en mayor proporción y se acompaña con maracuyá y un nivel 4 donde se cambia el chocolate a chocolate blanco que puede hacer explotar tu cabeza de lo increíble que es. En este nivel 2, la idea es comer un postre de maracuyá que se mezcla con elementos del chocolate, esos tropezones que cortan la acidez y causan una explosión de sabor en el paladar, pero en los otros niveles, el sabor a chocolate es el predominante. Disculpen si describo con tanta pasión los sabores, pero si me vieran cuando estoy combinando y degustando para saber que todo esta bien, entenderían porque lo describo así jajaja.
Anteriormente compartí la receta de un mousse de maracuyá y para esta nueva versión, seguí las indicaciones de esa receta, pero haciendo algunos cambios importantes. Ahora la base es un bizcocho de chocolate y utilicé la receta del bizcocho húmedo de chocolate. La decoración por lados la cambié por formas sin sentido de chocolate, resaltando que es un chocolate sin azúcar, así como también las gotitas arriba de decoración.
El almíbar aquí tiene un papel importantísimo. Debo destacar primero que el bizcocho de chocolate es un bizcocho que tiene mucha humedad y se puede utilizar así sin necesidad de agregar almíbar, pero como siempre me gusta llevar las cosas más allá, decidí preparar un almíbar de cascarilla de cacao. Este es un almíbar que tiene muchísimo aroma a chocolate y suave sabor. Las proporciones que utilice fueron 150 gramos de azúcar, 300 ml de agua y 1 cucharada de cascarilla de cacao. Como el bizcocho queda atrapado por la crema, mi intención es que al porcionar la mousse, salga ese aroma a chocolate que estará contrastando con el aroma de las decoraciones de chocolate y el de la gelatina de maracuyá en la superficie.
Para mí la experiencia de comer un postre, sea cual sea, debe ser una experiencia sensorial por completo y es algo en lo que poco a poco estoy tratando de trabajar. Siempre digo que un postre debe verse bien, oler fenomenal y saber extraordinario, así por escala, que una cosa te lleve a la otra. Es un camino largo, pero cada vez que veo una persona sonreír al comer alguna de mis preparaciones, es gratificante y ha hecho que cambien por completo de profesión, de ingeniería a pastelería, en algo se relacionan XD.
Les debo una foto de este mousse porcionado, en algún momento que lo haga editare y agregare la fotografía, pero se tenía que ir de la casa jaja y de verdad no quería dejar de compartir esto, de esa forma tú mismo puedas comparar con la receta del mousse de maracuyá y llevar esa receta a otro nivel, principalmente para los amantes del chocolate. Déjame saber en los comentarios si has comido antes la mezcla de chocolate con maracuyá y que te ha parecido.
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